
Analizamos los casos de uso empresariales del metaverso, desde sus orígenes a las dudas sobre el futuro de quién regulará estos mundos.
Es la tendencia de moda, la palabra maestra que abre puertas, conversaciones y justifica el latir de una nueva hornada de innovadores en nuestros días. El metaverso es, desde el pasado año, la nueva frontera, el icono de la revolución prometida por la web 3.0 para dar una vuelta de tuerca más a la forma en que internet se ha convertido en el pegamento económico, social e interpersonal más omnipresente de la historia.
Aunque el concepto tiene bastante solera, no cosechó interés en la agenda pública hasta que Mark Zuckerberg decidió, en otoño de 2021, cambiar el nombre de Facebook a Meta y anunciar a bombo y platillo las bondades de este nuevo paradigma digital. Un movimiento controvertido, como veremos a continuación, pero que ha servido como justificación para importantes inversiones de esta multinacional, incluyendo algunas de ellas en España.
Pero ¿de dónde viene esta obsesión por el metaverso? ¿Qué significa de hecho esta palabra? ¿Qué tecnologías implica? Y lo más importante, ¿qué supone para las empresas de todo el mundo, tanto en términos de oportunidades de negocio como de incertidumbres a tener en cuenta? Lo analizamos punto a punto en D+I.